BYOD y VDI: Una combinación controvertida

No es nada evidente que la combinación de BYOD (Bring Your Own Device, la tendencia por la que algunas empresas permiten y promueven que sus empleados usen sus equipos personales para trabajar) y VDI (la virtualización de escritorio) sean una buena combinación. Veamos sus implicaciones.

Partamos de una aproximación BYOD, llamémosle, “tradicional”. Es decir, el empleado lleva su equipo (smartphone, tablet, portatil o todos) al trabajo e instala en él las aplicaciones corporativas, el antivirus, impresoras y unidades de almacenamiento compartidos. Probablemente con soporte del departamento de TI. A partir de ahí, ¿cómo se puede evolucionar este entorno con o sin VDI?

Por un lado, VDI facilita el realiza de un escritorio virtual en cualquier terminal. Por lo tanto, mucho más en uno que la empresa no controla, ya que no es de su propiedad. Además los escritorios virtuales resuelven, en mayor o menor medida, el acceso multidispositivo (no entro aquí en si la aplicación que ejecuta el usuario está preparada para un interfaz en smartphone o tablet, o si debe ser rediseñada; al menos se podrá acceder). Los datos están mucho más controlados. No todo es perfecto: la adopción de los escritorios virtualizados es lenta y su despliegue, después de unos años que la tecnología es viable, muy reducido; entre otras cosas por la compatibilidad de las aplicaciones y por los problemas de integración con periféricos (impresoras, pendrives, puertos USB…). Obviamente el usuario deberá estar siempre conectado – aunque estoy hoy por hoy en España no es un problema. Y en el fondo no estamos usando el equipo del usuario como promueve BYOD, sino un escritorio en un servidor que la empresa deberá mantener, que puede estar bien o mal dimensionado, ir lento, duplica recursos de computación… en fin, como con lo equipos corporativos de siempre, pero “en virtual”.

El enfoque BYOD es posible con otra estrategia: el despliegue de aplicaciones y servicios que en sí mismos sean accesibles desde cualquier dispositivo. Aplicaciones web, interfaces multidispositivo con versiones para móvil, almacenamiento compartido en la nube. Los servicios en modo SaaS (privado o público) solucionan el acceso, control y auditoría de los datos de forma mucho más eficiente que cuando la información está desperdigada por equipos de escritorio más o menos controlados.
Este enfoque reduce la necesidad y las ventajas que se obtienen de VDI manteniendo los ahorros y la simplificación

Conclusión: ¿Cuál es el mejor enfoque BYOD para su empresa? ¿Con cuál obtendrá mayor seguridad, disponibilidad y ahorros en coste y en simplificación de la gestión? Para decidirlo habrá que analizar un poco más el entorno: tipo de usuarios (internos o externos), confidencialida de la información, tipo de aplicaciones (escritorio, cliente-servidor, web, nativas…) y tipo de gestión que su empresa realiza de sus activos y sus costes.

Ni BYOD ni VDI son “café para todos”. Con este análisis, podremos proponerle una estrategy BYOD ganadora.